El francés tomó el control de un equipo desgastado y perdido. Lo condujo a ganar el trofeo mas importante de clubes del mundo por onceava vez. También encamino a una racha de victorias que lo dejó al borde del milagro en La Liga. Todas las claves para que el entrenador pudiera dar vuelta una historia que venia complicada.
Su llegada devolvió al vestuario el clima afable que instaló Ancelotti, de quien el francés fue ayudante en el año de la Décima. “Hay que estar cerca de los jugadores, tener buena relación con ellos. Se merece esta Champions”, repetían en la zona mixta de San Siro.
Zidane, como ex jugador que es, sabe que los futbolistas de nivel no quieren lecciones largas. Zizou ha querido ‘limpiar’ la mente de sus jugadores tras el periodo Benítez y su mensaje es claro: “Cortita y al pie”.
“Hay que estar cerca de los jugadores, tener buena relación con ellos. Se merece esta Champions”
La gran preocupación de Zidane fue el estado físico de los jugadores. “No estoy preocupado por la calidad de la plantilla. En eso estoy tranquilo. Pero hay que mejorar en lo físico”, repetía Zidane. En las tres primeras semanas organizó una mini-pretemporada.
Casemiro fue la gran apuesta de Zidane. Desde que el francés apostó por él se convirtió en un pilar. Le da equilibrio en una zona habitualmente descuidada por la renuencia de los de arriba a bajar y libera a Kroos y Modric. A diferencia de Benítez, Zidane eligió a Carvajal como lateral derecho. El español le respondió en los momentos mas importantes.