Al Real Madrid le ha surgido un serio problema con el Brexit: Gareth Bale pasará a ser extracomunitario y se complica la situación de todos los jugadores británicos en equipos europeos.
Hay un problema que requiere de revisión y de tiempo para ajustarse
El Brexit (British Exit, “salida británica”) es el referéndum mediante el cual el Reino Unido decidió alejarse de la Unión Europea. Entre otras implicancias de carácter político de relevancia mundial, se ponen en jaque situaciones “menores” frente a la magnitud de la decisión, pero que para entidades como el Real Madrid tienen envergadura de problema serio.
Es que el club blanco ya tiene cubierta su cuota de extranjeros no europeos con James, Casemiro y Danilo. La inesperada situación de Bale fuerza la salida de alguno de estos jugadores.
El Brexit plantea un dilema al Real Madrid para cuando el Reino Unido concluya el proceso de separación de la Unión Europea, que en un histórico referéndum fue aprobado por sus ciudadanos este viernes; esto deja al galés Gareth Bale, en situación de extracomunitario.
Es cierto que la salida británica de la Unión Europea llevará su tiempo, pero conocida la intención del Real Madrid de renovarle contrato al crack galés hasta 2023, habrá que revisar las implicancias en la composición de la futura plantilla merengue.
Hasta hoy, la legislación europea permite el intercambio libre a sus ciudadanos que pueden moverse libremente en los 28 países miembros, sin necesidad de pasar controles fronterizos. Respecto de los temas de residencia, en cualquiera de ellos se puede permanecer hasta tres meses sin ningún tipo de condición y, con posterioridad a este lapso de tiempo, es necesario tener al menos un contrato de trabajo, que los habilita a seguir viviendo en cualquiera de los países de la UE.
El triunfo del Brexit despliega un cono de sombra en el futuro de los ciudadanos británicos que viven en la UE. Sus derechos serán parte de una negociación que Londres llevará a cabo con Bruselas para establecer un proceso de salida ordenado y con la menor complejidad posible, que puede durar entre dos y siete años de acuerdo a los cálculos de los especialistas.