Como en el ajedrez, Florentino Pérez mueve las piezas detrás de una estrategia minuciosa para traer a Paul Pogba. Ya hizo las primeras movidas y esperó la reacción de la Juventus. Ahora preparará el ataque para el último momento.
Paul Pogba un alfil en busca de un escaque
Una vez que se termine la Eurocopa, habrá que abordar de manera definitiva el fichaje de Paul Pogba. La Juventus de Turín ha coqueteado con varios y el mercado terminó calentándose, tironeando los brazos del jugador pero más como un globo de ensayo que con certezas contantes y sonantes. Florentino Pérez conoce el tablero como pocos, sabe cuándo es el momento de asestar la estocada final y por supuesto, cuándo esperar hasta que las cosas se enfríen para hacer la siguiente movida.
En 2013, al máximo dirigente madridista le tocó negociar durante más de dos meses con el Tottenham para fichar a Gareth Bale. La negociación con Levy fue como un posgrado para el presidente madridista, que aprobó con honores y logró el fichaje por unos 90 millones de euros después de aguantar una presión sofocante. En esa oportunidad la carta de triunfo fue el deseo del futbolista que solo quería jugar en el Real Madrid, carta que suele tener Florentino en la manga para sacar cada vez que un pase se complica.
La Juventus parece haber bajado la persiana con los 120 millones de euros que puso como precio inamovible, como para que en el Santiago Bernabéu se sepa que el futbolista no está en venta. El presidente del Real Madrid maneja el tablero con prudencia, paciencia e inteligencia, virtudes que suele aplicar cuando siente que la presa vale la pena.
La carta en la manga vuelve a ser la misma, el futbolista franco-guineano quiere jugar en el Real Madrid. Zidane ya ha hablado con el jugador a quien la idea le seduce al máximo. No declarará la revolución en la “Juve” pero empujará para obligarlos a negociar. Florentino sabe que el verano será intenso y que algún fichaje se cerrará en el último minuto del 31 de agosto El madridismo quiere que sea Pogba.