El delantero francés trabaja a toda máquina para lograr lo imposible: poder estar a las órdenes del entrenador. No pierde las esperanzas.
Contrarreloj
Karim Mostafa Benzema sabe que cada minuto es crucial en su recuperación. A decir verdad, Karim nunca se rinde y siempre se ha mostrado convencido de que llegará, si no al equipo que sale a la cancha, al menos al banquillo. Después de que le tocara ser sustituido nuevamente en el Estadio Ciudad de Mánchester por molestias físicas, el jugador no ha vuelto a pisar el césped, sin embargo mantiene intacta la ilusión por subirse al partido del Bernabéu.
La confirmación de que la lesión no era demasiado importante, fue como un bálsamo para Benzema, como anunció Marca:
Diario MARCA dixit: La prueba a la que se sometió el pasado jueves reveló que no estaba lesionado de gravedad y que todo quedaba en una sobrecarga muy superficial que le hacía ser optimista de cara al choque de vuelta contra el City.
Esto le permitió trabajar sin descanso, con cuidado pero con tranquilidad de que no hay nada de extrema gravedad, en la recuperación rodeado de su grupo de confianza. Tiene un kinesiólogo francés y un osteópata particular, con quienes complementa su cuidado físico, respecto de la fisioterapia, la dejó en manos de Juan Muro. Un equipo ocupado y preocupado para que el 9 blanco pueda estar a las órdenes de Zidane en la gran noche europea del miércoles.
El tiempo es, en este momento, el principal enemigo de Benzema. Quedan solo dos entrenamientos antes del duelo ante el City. El delantero ya trabajó un día más dentro de las instalaciones y mantiene intacta su sensación de hace días de que llegará a tiempo.
Hoy será una jornada clave en Valdebebas y a última hora será el momento de analizar la situación y hablar con Zidane para ver de qué va la cosa. Hasta entonces, serán horas de trabajo con incertidumbre y a la vez optimismo.